Así es, como lo dice umberto Eco, vivimos en un estado de divagación y esperanza por la cual estamos sometidos a darle cuentas a la tecnología, o a eso que él llama “la magia” y aunque creamos que estamos en la edad de que la ciencia es quien nos domina, pues estamos realmente errados.
A decir verdad, estamos en un mundo donde la mediocre generación de estos tiempos de basa simplemente en la magia de lo rápido, de lo que por cierto la tecnología hace. ¿Pero se ha preguntado si estos seres saben distinguir entre tecnología destructiva y tecnología productiva?
No creo que viajando por el mundo de lo electrónico y usando sus herramientas para hacer cosas tan inútiles como ver la manera de destruir o acabar con la fama de una persona por una red social lo sea, o hablar “basura” por un medio electrónico llamado Messenger. Umberto hace referencia a “el niño que juega a la guerra de las galaxias en la computadora, usa el teléfono celular como un apéndice natural de las trompas de Eustaquio y lanza sus chats a través de internet, vive en la tecnología y no concibe que pueda haber existido un mundo diferente e incluso sin teléfonos”.
Lo mismo pasa con la imagen por la que ha luchado tener la ciencia, quien siempre ha sido confundida con la imagen de la ciencia. Y bueno es claro que a muchos de nosotros nos ha pasado, además de saber que la tecnología es una de las muchas aplicaciones de la ciencia y no la sustancia primaria que la compone sabemos que la tecnología fue creación del hombre mucho después de haberse creado la ciencia, pero aun así la confundimos y creemos que la tecnología o como decimos siempre “gracias a la tecnología se descubrió tal evento”.
También es cierto que nosotros estamos acostumbrados a que todo se nos de al instante, con esto de la tecnología que son milésimas de segundos y ya tenemos lo que queremos, bien sea un correo enviado o descargar un clip de música, sea lo que sea lo obtenemos al instante, mientras que, la ciencia es más lenta y carece de tiempo para ser vista. Lo que es sustancia de que no la adoptemos ya que de cierta manera nos causa pereza la espera.
Umberto resalta lo que es el proceso de causas y efectos y como la tecnología evade este sistema, contrario de la ciencia que por ley tiene que llevar un proceso. Umberto afirma, “la tecnología hace de todo para que se pierda de vista la cadena de las causas y los efectos”.
Y es que estamos sometidos por siglos a esta gravísima mediocridad, a veces hasta nos da pereza de buscar en una maquina que tiene respuesta a todo, imagínese buscar en un libro. Como es posible que existan o que aparezcan de la nada voces carismáticas invitando a personas a que se sometan a esta revelación. En texto hace alusión a una frase expuesta por Chesterton que dice “cuando los hombres ya no creen en Dios, no es que ya no crean en nada: creen en todo”.
Lo mismo sucede con las masas que se dejan dominar por la magia. A pesar de que no creen en la ciencia, saben muy bien que existe y que ella es la que rige todo un conglomerado de aplicaciones. Lo que sucede es que muchas de esas masas no aceptan la existencia de algo que pueda opacar su creencia mayor, por ejemplo los que creen que la tecnología no es fruto de la ciencia y que sin la tecnología no existiría la ciencia, pues temo decirle que es una gran mentira quien crea que sin la tecnología no puede haber ciencia. La ciencia está hecha para crean aplicaciones como lo es la tecnología, es más, las ciencia esta creada desde que el mundo tiene uso de razón, la ciencia lo es todo, la tecnología fue creación del ser humano, el ser humano que somos hoy en día facilistas y mediocres y bueno aparte de eso perezosos, ¿está entendiendo?
Es decir, que una vez más este gran autor nos demostró que hemos vivido por eternidades en una gran mentira, como todo lo que pasa en el mundo. Nos dejamos creen por cosas que no son verdaderas y al cabo del tiempo descubrimos lo contrario.
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